viernes, 27 de junio de 2008

Rebajas 1ª parte: el conjuro de las puertas

El día 1 comienzan las rebajas y voy a contar un secreto: a las puertas de las tiendas de ropa les han lanzado un conjuro. ¿que no lo habéis visto nunca? seguro que sí.
Una mujer normal y corriente, con una casa normal, con una conducta doméstica normal( lava, plancha, dobla y recoge en armarios su ropa y la de toda su familia ), se acerca a una tienda de ropa y traspasa la puerta. En la fracción de segundo que su pie tarda en entrar sufre una tremenda transformación: de pronto sus manos comienzan a moverse compulsivamente y no puede evitar descolocar todas las pilas de ropa que están dobladas, porque la más interesante es la última del montón; sus pies la van llevando sin remedio a zonas donde detecta que hay más entes como ella, no sea que se vaya a perder algo.

La tienda se convierte en un campo de batalla; por un lado hay unos soldaditos que se afanan en doblar, colocar y volver a doblar la ropa que los enemigos se empeñan en tirar, estirar y dar vueltas de un lado para otro.

Conforme avanza el día la batalla se recrudece, hay algún momento de paz pasajero pero enseguida otra avalancha de hechizadas asoma por la puerta y vuelta a empezar.

De repente entra alguien a quien ¡ oh maravilla! la magia no parece afectarla y ni corta ni perezosa se dirige hacia un mueble que en ese momento está doblado y sin combatientes; suenan todas las alarmas de los afectados que parece ser han adquirido poderes telepáticos ¡donde ésa está lo bueno, seguro, a por ella! , y en un momento , la batalla se desplaza ya podéis imaginar adonde.¿Acaso es que las compradoras son indecisas, envidiosas e inseguras?, no que va, podéis estar tranquilas: es el conjuro de las puertas que les ha privado de sus facultades mentales de manera transitoria.
Cuando se cansan de batallar, cogen un montón de trapos ( porque después de un rato de contienda, ya no quedan prendas textiles en la tienda, son ropas sucias, pisadas, arrugadas y a veces hasta rotas ) y van formando una enorme cola en lo que parecen cajas registradoras donde otra clase de soldaditos les van cobrando; que le vamos a hacer, la guerra tiene un precio... Pasado un largo rato( pero largo largo) por fin pagan , les dan muchos paquetes( cuantos más mejor) y se encaminan a la salida.
¡ Milagro ! Al darles la luz , el maleficio desaparece y vuelven a ser personas normales con un montón de bolsas en la mano que en un momento dado no saben ni lo que contienen.
A ver, decirme ahora ¿ existe o no existe un poder superior en esas puertas ?.

Aviso importante: ¡ Cuidado! , el haber estado ya en una tienda no inmuniza para las demás ni para días sucesivos.

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